domingo, 22 de junio de 2014

Esclavos de la ignorancia.

Una vez hubo un hombre que escribió: “la tiranía de la ignorancia es la más dura y lóbrega de las esclavitudes”. Este hombre murió en 1540 pero sus palabras continúan más vivas que nunca en nuestro tiempo puesto que el único hecho destacable del presente no es más que la victoria de la tecnología frente a un ser humano convertido en una especie que ha dejado de querer perfeccionarse. Esto no es del todo cierto en vista de que sí que quiere perfeccionarse pero solo físicamente debido a que deshecha la inteligencia y con “razón”.  Pues qué es la inteligencia sino aquello que puede ser imitado por una máquina.

De esta manera, la Historia pasada y su cultura es olvidada por todos y si ocurriese accidentalmente el caso de que alguien quisiese recuperarla sería ante todo tachado de loco, o al menos, de ser un hombre singular y extravagante. Entonces, entre las opciones de éste se encontraría la de renunciar a amar el conocimiento o, en cambio, a esconder ante los demás este amor si no quiere ser discriminado por la sociedad.


Aunque esto pueda parecer una exageración de una mente febril se hallan ciertos toques demasiados reales del tiempo que nos ha tocado vivir.

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