Grandes escritores, y algunos más pequeños, han tenido como
musa en algún momento de su vida a la añoranza debido a que este fantasma
perturbador aparece siempre que recuerdas el pasado pues añorar no es más que
vivir un sentimiento en una escena, volver a hacerlo real con todas sus
emociones. Nadie cuya presencia en el mundo haya existido, exista o existirá
podrá despegarse de este “germen” que crece con la persona. Cuantas más
vivencias, más se va interiorizando el sentimiento en sus muchas versiones.
Añorar no es solo recordar la ausencia de algo porque
también se puede añorar lo que nunca se ha tenido, lo que te hubiera gustado
tener y no tuviste. Todo es un mismo conjunto, los sueños y los deseos se
pueden hacer tan fuertes que hasta duela no convertirlos en pasado.
Añorar es siempre pasado porque transmite tranquilidad y
seguridad y esta es la consecuencia de adulterar recuerdos, momentos que
sucedieron de determinada manera y los cuales tu mente ha transformado
lentamente en el momento en el que tú quisiste tener. Los mejores recuerdos
nunca ocurrieron pero eso no importa porque mientras tú seas feliz con ese
pensamiento de haber vivido un algo perfecto deseado, la verdad dejará de ser
valiosa y llegar a ella solo traerá molestias y un gran pesar al esfumar tu
preciado recuerdo.
Añoras el principio cuando el final no es el esperado. Como
en una mala película donde el principio es lo mejor de la cinta y en el cual
los personajes no evolucionan, se mantienen inalterables psicológicamente.
Añorar no es malo pero cambiar tampoco. Todo cambio supone
un nuevo comienzo, un comienzo que puede superar lo vivido.
Recuerdos, distorsionados, empequeñecidos, sobre valorados....
ResponderEliminarAl fin y al cabo si nos afectan de la manera que sea significa que son como los evocamos y no como fueron.
Yo me entiendo.
Me gusta tu estilo y me quedo por aquí.
Los cambios nos asustan, porque nos tapan los ojos y no nos dicen que habrá detrás de la venda. No es una broma, para ellos es algo serio dejarnos ciegos y desorientados. ¿Pero qué seríamos sin estar perdidos alguna vez?
ResponderEliminarMe gusta mucho. Luego te atreves a decir que escribes mal.